Para la cebolla confitada vamos a necesitar:
una cebolla picada en juliana
sal
azucar
vinagre de módena
aceite de oliva
Ponemos la cebolla a fuego lento en una sartén con un par de cucharadas de acite de oliva, le añadimos un poco de sal y una cucharada de azucar.
Cuando empiece a ponerse transparente le echamos un buen chorro de vinagre de módena y dejamos que se cocine léntamente y sin prisa... durante cuarenta minutos o más, sin que se pase pero que quede tierna y dorada.
Pues ya está, aquí tenemos nuestra cebolla confitada ¿Veis qué fácil?
Ahora la podemos usar para acompañar carnes, sandwich, ensaladas... yo me he decidido a preparar un bocata de carne con su lechuga, salsa de queso azul y nuestra cebolla confitada.
Qué pinta!!!
Cebolla picada en daditos
una cucharada de harina
aceite para freir